El Instituto de Finanzas Internacionales (IIF, por su sigla en inglés) que agrupa al mayor número de entidades financieras de operación mundial, recortó su expectativa de crecimiento para la economía mexicana a 0.8% desde 1.5% y reconoció que “hay riesgo inminente de una recesión”.
En las conclusiones de su visita a México, expertos del instituto advirtieron que las amenazas arancelarias y su impacto en el comercio y la inversión terminarán por afectar a la economía que de por sí trae un importante debilitamiento desde el último trimestre del año pasado.
Y señalaron un mayor riesgo de que la economía regrese a niveles de crecimiento debajo del promedio de largo plazo de 2.5%, y el planteamiento del equipo de expertos del instituto es que la economía tendrá un crecimiento cercano a 1.7% si no se aplica un cambio decisivo.
En el documento, liderado por el director ejecutivo y economista jefe del IIF, Marcello Estevâo y el director de investigación económica para América Latina, Martín Castellano, subrayaron que “la desaceleración económica debilitará los ingresos fiscales de México, reduciendo aún más el espacio fiscal de las autoridades para apoyar a la actividad económica”.
Explicaron que ni la política fiscal ni la monetaria se encuentran en las mejores condiciones para otorgar un estímulo a la economía.
En el frente fiscal, observaron que las autoridades intentan sostener la consolidación y mantener, al mismo tiempo, la flexibilidad para apoyar a la actividad económica ante el deterioro de las condiciones económicas.
Sin embargo, consideran que “el margen para proporcionar un estímulo en el 2025 es estrecho”, pues tienen la intención de reducir el déficit en 1.8 puntos del PIB en un año para llevarlo del histórico déficit de 5.7% del Producto en que incurrieron el último año del gobierno de Andrés Manuel López Obrador a 3.9% del PIB.
“La economía mexicana requiere un cambio decisivo para detonar al crecimiento, a partir de políticas favorables al mercado para beneficiarse más del comercio, las remesas y los flujos de inversión”, sugirieron.
Pemex y programas sociales, lastre
Los principales desafíos que encuentra el IIF para completar la consolidación fiscal es la intención de preservar los programas sociales introducidos por la administración anterior.
También resaltaron “la necesidad de seguir ayudando a la atribulada petrolera estatal de Pemex; el alcance limitado para seguir recortando la inversión pública y otros gastos así como el debilitamiento de los ingresos fiscales ante la desaceleración del crecimiento bajo”.
“Mantener la deuda debajo de 51%, promedio, de los países con calificación similar y la posibilidad de impulsar una reforma fiscal, son factores que apoyarán al crecimiento económico”.
Los estrategas del IIF comentaron que “un cambio de política fuerte, incluida una reforma de la gobernanza corporativa de Pemex, parece poco probable en el corto plazo lo que agrega riesgos para el crecimiento y las finanzas públicas”.
Sugieren cautela monetaria
En materia de política monetaria destacaron que la cuestión principal es el ritmo de la flexibilización después de que el banco central recortara la tasa en 50 puntos base para dejarla en 9.50 por ciento.
Si bien el balance de riesgos para la inflación sigue inclinado al alza, “creemos que el banco central aplicará otros 200 puntos base en recortes de tasas este año, a una velocidad mayor a la esperada por el mercado”.
Sin embargo, consideraron que “el banco central debe proceder con cautela ante la desafiante presión del sector servicios, las expectativas de inflación superiores a la meta y el riesgo de salidas de capital”.
